Un abrazo de 15 años

Estaba en Gandia, en el puente que une el final del Passeig de Germanies con la explanada donde suelen poner la feria. Es un puente que siempre me ha dado vértigo, porque cuando hay mucha gente tiembla muchísimo. Pero ese día no, ese día iba saltando con un amigo y dos amigas: el numero perfecto para salir de fiesta. Cruzábamos el puente cantando a pleno pulmón una canción tipo la casa azul que estaba componiendo en ese mismo momento.

Al llegar al paseo vi que también estaban bailando Belo y Bela, que es como llamo a mi abuelo y a mi abuela. Nos acercamos y nos pusimos a bailar todos juntos, formando un corro de 6 que rompí enseguida para darle un abrazo a mi abuelo. Estaba muy feliz de abrazarlo porque hacia casi 15 años que había fallecido. Creo que ese sueño fue uno de los mejores instantes de mi vida –por eso me jodió tanto cuando…


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