El concierto de Viveros y la revolución de agosto

Hace unos años le llamé el horrible mes de agosto en la canción Jueves (Manchas), pero las cosa han cambiado mucho desde entonces y este agosto me está sentando de maravilla. Supongo que lo horrible del mes eran las entrevistas de trabajo, las mudanzas y en general la indecisión de ver un nuevo curso por delante sin tener las cosas claras. ¿Te ha pasado?

Ahora miro con más puntería (cada vez soy menos nuevo y cuando digo voy es voy) y lo que viene está cargado de música. Lo sé porque tengo cosas ya listas para enseñar (abajo te cuento) y sobre todo porque el último concierto que dimos me ha revolucionado algo dentro que no deja de moverse con ilusión:

La última semana de julio toqué en los conciertos de Viveros de Valencia abriendo a Xoel López. Un artista al que admiro y uno de mis lugares preferidos de mi ciudad. Me sentí genial, cosa que no siempre pasa (si no lo he contado ya, dime y otro día escribo sobre lo vulnerables que estamos ahí arriba y lo hundidos que salimos a veces).

Este concierto no, íbamos con mucho detalle técnico trabajado para subirnos al escenario cómodos, para mirarnos Rafa y yo y disfrutar de las canciones y girarnos y ver que no estábamos solos. Notaba como la gente iba poco a poco entrando en nuestra nube conforme caía el sol, llegando hasta un final emocionante y coral. Estoy feliz de compartir estas imágenes del concierto, de volver a mandarte una newsletter, de compartirte cada paso, noto que todo esto se construye juntos.

¿Y lo que viene? Le he dado forma de EP a la última banda sonora que compuse y ya está lista para salir. Estoy esperando a que nos den fecha de estreno público del documental para cuadrarlo. Habrá canciones instrumentales, sí, pero también canciones de pop ciclista, de las de siempre, de las nuestras. Cuando sepa más te cuento.

Buen viaje, Íñigo